lunes, 13 de junio de 2011

Modelo cooperativista VS Modelo capitalista

Después de haber estudiado el modelo cooperativista teóricamente y prácticamente he llegado a la conclusión de que éste modelo se ha quedado anticuado para los tiempos actuales y el entorno en el que nos encontramos.
En mi opinión, en nuestro entorno, el cooperativismo ha tenido gran importancia desde que se impulsó en el siglo XIX hasta hace unos años. El movimiento cooperativista surge para dar respuesta a la necesidad que tienen los trabajadores de mejorar sus condiciones laborales. Como pudimos ver en la película Germinal, en aquellos años los trabajadores eran explotados para que los dueños de las empresas se enriquecieran. Por lo tanto, el movimiento cooperativista surge como una alternativa posible al modelo cooperativista.
Con el paso de los años, las empresas capitalistas han adquirido varios principios del cooperativismo, así las condiciones de los trabajadores han cambiado a mejor. Hoy en día cualquier trabajador puede disfrutar de los siguientes derechos: jornada laboral justa, vacaciones, seguridad social…
Por otra parte, las cooperativas poco a poco han tenido que dejar de lado algunos principios cooperativistas para poder seguir adelante debido a la fuerte competencia que hay en el mercado. Un ejemplo claro, es la internacionalización de estas empresas, que se ven obligadas a implantar filiales y plantas en países en los que la cultura es totalmente diferente. Por lo tanto, en la práctica cada vez son menos las diferencias que encontramos entre estos dos tipos de empresas.
Otra de las razones que me lleva a pensar que este modelo no está adaptado a estos tiempos, es la transformación que ha sufrido la sociedad en los últimos años. A mi entender hace unas décadas la sociedad estaba más concienciada en mejorar el bienestar colectivo, mientras que ahora se da más importancia al bienestar individual. Además de este comportamiento individualista que nos encontramos en la sociedad, observamos falta de divulgación de los valores cooperativistas por parte de sus impulsores.
Hoy en día, para un joven, formar parte de una cooperativa ha dejado de ser atractivo y más aún cuando es necesario aportar un capital  inicial.  Por lo tanto, el futuro de las cooperativas, pasa por que éstas se adapten a la sociedad.

En conclusión, yo pienso que el modelo cooperativista todavía puede tener éxito en otros entornos diferentes. Hay países en desarrollo en los que las condiciones de esas sociedades son las adecuadas para fomentar el cooperativismo. Se trata de países como Brasil, donde la creación de empresas cooperativas puede ayudar al desarrollo de la sociedad de una manera más justa y más equilibrada en la que la brecha entre ricos y pobres disminuya.