Como es tradición, la San Silvestre es una carrera que se celebra el último día del año en multitud de localidades. El año pasado muchos se vieron obligados a cancelarlas y otros optaron por aplazar su carrera (yo participé en Hondarribi). En el pueblo de Torresandino (Burgos) optaron por la segunda opción y qué mejor fecha para organizarla que Semana Santa (Jueves Santo), momento en el que los pueblos se llenan de gente. Esta carrera tiene una distancia de 4km en un circuito de 2 vueltas que transcurre alrededor del pueblo.
En mi caso, hasta el mismo día no estaba seguro si iba a participar. El fin de semana había sufrido una caída aparatosa y los golpes en la planta de los pies y en una costilla me impedían correr con normalidad. Alberto Hebrero me había comentado de esta carrera con el aliciente que el ganador se llevaba un jamón. A pesar de saber que no estaba al 100% quería intentarlo y probar a correr para ver cómo me encontraba. Torresandino, se encuentra a 10km de Tórtoles, una hora antes de la carrera me acerqué con mis padres y mi tía Marian.
Después de recoger el dorsal y cambiarme empiezo a calentar. Me duelen los pies, pero es un dolor aguantable para correr. Alberto llega con Aitor y Diego que también van a participar. La carrera se retrasa unos minutos, aprovecho para seguir calentando con Alberto. Pasadas las 18h nos colocamos en la salida y arrancamos. Es una carrera corta y salgo a un ritmo rápido, desde el principio nos hemos quedado 4 corredores en el grupo de cabeza. Los primeros 400m son llanos y tiro yo del grupo, después comienza una subida prolongada donde Alberto me da el relevo. Poco a poco Alberto empieza a abrir hueco y no soy capaz de seguirle, me quedo con los otros 2 corredores.
El parcial del primer km sale en 3:29 minutos. El siguiente kilómetro para completar la primera vuelta es en bajada, sigo corriendo con los otros dos chicos, pero estoy sufriendo mucho para aguantar el ritmo. En el segundo kilómetro el reloj me marca 3:34 minutos, sigo pegado a los 2 corredores, Alberto pasa la primera vuelta con un buen margen de distancia respecto a nosotros. Comenzamos la segunda vuelta, las fuerzas me aguantan hasta que llegamos al tramo del repecho. En este momento no doy para más, uno de los dos chicos empieza a alejarse mientras subimos y el otro se me escapa en la zona de bajada.
Estoy completamente vacío, sin fuerzas, me pesan hasta los brazos. Es una sensación que no he sentido antes, creo que el antibiótico que estoy tomando estos días también está haciendo su efecto. Último tramo de carrera en bajada, me encuentro en 4ª posición en tierra de nadie, me dejo llevar hasta completar la segunda vuelta. Me doy cuenta que no estoy para competir, pero no podía quedarme con las ganas de no haberlo intentado. Felicito a Alberto que ha ganado la carrera, ¡qué máquina! Es momento de disfrutar del ambiente que hay en el pueblo y después del reparto de premios vuelta a Tórtoles. Más que por el resultado de la carrera estoy decaído porque soy consciente que me va a tocar para un tiempo hasta recuperarme bien.
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