¡Buenas noches Pelaires!
Dicen que el que tiene un pueblo tiene un tesoro. ¿Sabéis cuál es el tesoro de Tórtoles? Su gente, todos vosotros. Quiero agradecer al alcalde Fernando Delgado y al concejal de festejos Ismael Moreno por darme la oportunidad de pregonar estas fiestas de San Esteban tan esperadas por todos. No puedo tener mayor honor que anunciar a la gente que más quiero (amigos, familia, vecinos…) la vuelta de las fiestas 3 años después.
Me gustaría lanzaros una pregunta ¿Qué significa Tórtoles
para cada uno de vosotros? Voy a aprovechar este pregón para contaros lo que
significa este pueblo para mí.
A pesar de no haber nacido ni vivido aquí, siempre me he
sentido muy Tortolico y muy querido por su gente. Quiero dar las gracias a mis
padres, desde que prácticamente nací, me han traído siempre que han podido:
semana santa, veranos, navidades, fiestas…
no pude tener un lugar mejor en el mundo donde pasar las vacaciones de
mi infancia.
Aquí tengo a los amigos de toda la vida, no me llega la
memoria lo suficiente para saber cuando nos conocimos pero que orgulloso me
siento de mantener estas amistades. Jose Luis uña y carne desde que tengo uso
de razón, recuerdo que nos mandábamos cartas de pequeños, ahora con las
tecnologías todo es mucho más fácil y las cartas han dado paso a los WhatsApps.
Los recuerdos más lejanos se remontan a las primeras
pedaladas que aprendí a dar en “la calleja” de mi abuela con una bici antigua
roja. Todos los amigos teníamos una bici y pasábamos el día subiendo y bajando
cuestas porque Tórtoles plano precisamente no es.
Íbamos de casa en casa llamando a la puerta para juntarnos y
después recorríamos el pueblo de bar en bar pidiendo chapas para pasar horas
jugando con ellas en las aceras y canalones de las casas. Todavía guardo alguna
caja de farias con un puñado de ellas.
Más tarde los tazos, cromos y otros juegos sustituirían a las
chapas. También jugábamos a cazar renacuajos, al fútbol o hacíamos goti goti
con los palos de los chupa-chups. Con la paga de 100 pesetas solíamos ir a
comprar a la tienda de la Pilar o la Candelas chucherías, chicles, flashes… ¡y
nos duraba toda la tarde!
Desde pequeño me encantaba venir a Tórtoles, antes de montar
en el coche ya sentía los nervios a flor de piel. He de confesar que a día de
hoy todavía tengo la misma sensación, esa felicidad, esas ganas por venir,
aunque solo se a pasar el fin de semana.
Tórtoles es ese sitio en el que la gente te saluda y muchos
te preguntan ¿y tu de quién eres? Yo soy hijo de Tomás y Juncal, nieto de
Ricardo y Consuelo, por eso, de pequeño, los mayores del lugar me llamaban el
Tomasin.
Íbamos creciendo y los juegos también cambiaban. Fueron varios
los años en los que intentábamos construir cabañas en lugares secretos con los
pales que cogíamos de las obras (Pepe alguno echarías en falta), nos creíamos
unos albañiles de primera con una azadilla, un par de martillos y unos clavos.
El año pasado, paseando cerca del pico del águila nos encontramos restos de una
cabaña, qué ilusión nos hizo ¡eh Carlos!
Alguna vez organizábamos meriendas en las que comprábamos
embutido, patatas y coca-cola. Y por las noches todos los niños del pueblo,
pequeños y mayores, nos reuníamos en la plaza para jugar a polis y cacos donde
el límite geográfico era todo el pueblo. El “Bote bote” o “No retroceder” eran
otros juegos a los que solíamos jugar. Estar en el pueblo era sinónimo de
libertad.
Según entramos en la adolescencia empezamos a disfrutar las
fiestas de otra manera, ¡este año nuestra Peña El Revol cumple 20 años! Fueron
unos años en los que no parábamos de hacer travesuras, mejor no entrar en
detalles. Muchas veces nos acababan pillando, en Tórtoles de todo se acaba
enterando uno y sino se lo inventan, ¿Cuántas novias me habrán echado solo por
verme pasear con amigas?
A medida que fuimos cumpliendo años llegaron las
responsabilidades y el trabajo, se acabaron las largas vacaciones, pero la
ilusión y ganas de venir aquí nunca han cambiado. Cuando era pequeño escuchaba
que al crecer no me iba a gustar venir al pueblo, creo que el efecto ha sido el
contario. Allá donde voy siempre me he sentido muy orgulloso de ser Tortolico,
así lo saben todos los que me conocen ya sea en Irun, Londres o por cualquier
rincón del mundo por donde he pasado. Y así lo transmito siempre que escribo en
mi Blog sobre Tórtoles o monto una pinada del mayo virtual con todo detalle y
cariño.
Todos sabemos lo especial que es vivir las fiestas cuando
eres Kinto y lo duro que ha tenido que ser perderos vuestras kintadas por culpa
de la maldita pandemia, por eso, este es vuestro año, aprovechad cada momento y
no durmáis mucho que sois jóvenes. No queremos ir de nuevo a sacaros de la cama
como en el mayo.
Sonia, en agosto del 2019 desde ahí abajo te decía que al año
siguiente estarías en este balcón como reina de fiestas, hemos tenido que
esperar más de lo que imaginamos aquel día, pero aquí estamos. Hoy nuestra
abuela Consuelo estaría muy orgullosa de vernos aquí. También nuestro tío Ángel del que nos
despedimos hace unos meses, toda la familia Velasco nos acordamos mucho de
ellos. Disfrutemos estas fiestas en honor a todos los que nos han dicho adiós
estos últimos años.
Han sido 3 largos años con momentos difíciles, pero siempre
me gusta quedarme con las cosas positivas y también hemos vivido buenos
momentos. Da gusto ver cómo todo el pueblo desde los más jóvenes a los más
veteranos nos juntamos en los caños para comer y jugar al Volley Ball, nos
disfrazamos en Hallowen o jugamos al pañuelito en las fiestas de San Isidro,
somos una gran familia y yo me siento muy orgulloso de ello.
Tórtoles es acogedor, es solidario, es multicultural. Tórtoles
es felicidad, es pantano, piezos, la escuela, bajada de peñas, paseos, el frontón,
la partida, es Ribera del Duero, los caños, bares, el mayo, comercios,
procesiones, lluvia de estrellas, niños, mayores, jóvenes, podría seguir toda
la noche, pero en definitiva ¡TÓRTOLES ES VIDA!
Quiero pedir un aplauso para todas las personas que viven
aquí todo el año, sin ellos esto no podría ser posible. Y también un aplauso
para la comisión de fiestas por organizar las charangas que son el alma de
nuestras fiestas.
¡Viva Tórtoles de Esgueva, Viva San Esteban, Viva las Peñas, Viva
los Kintos, Viva el Revol y Viva los Kintos del 88!
¡Felices fiestas y Buen camino para todos!
Foto con la familia Velasco El Revol El Revol - Desmadre La Reina de Fiestas y el Pregonero Familia Tortolica con la Charanga Estraperlo
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