lunes, 15 de julio de 2013

6 Meses en Londres

El tiempo pasa rápido, parece que fue ayer cuando paseaba por un Hyde Park blanco y lleno de muñecos de nieve. Ya ha pasado medio año desde entonces y ahora es momento de hacer balance, parar a pensar y reflexionar si voy por el buen camino. Me vine con el objetivo de vivir una experiencia, aprender inglés, conocer gente nueva y visitar nuevos sitios. Para poder hacer realidad mis objetivos Londres era la ciudad que mejor cumplía los requisitos. 

Buckingham Palace
En estos meses, he conocido mucha gente que ha dejado su pueblo, familia y amigos y como yo, han empezado una nueva aventura en esta ciudad. Como dice un amigo, los que nos encontramos en esta situación vivimos en una montaña rusa, hay días que nos vamos a comer el mundo pero sin embargo, otros días, nos preguntamos qué hacemos aquí o para qué hemos venido. Al encontrarnos lejos de nuestros seres queridos, un pequeño problema se hace enorme, se magnifica. 

Ardilla 
La evolución que he tenido en este tiempo lo podría resumir de esta manera: Del descubrimiento al acomodamiento. Al principio todo era nuevo, vivir un mes en un hostal te permite conocer gente nueva todos los días, unos que van de paso y otros que al igual que yo están empezando a dar sus primeros pasos. Cada día era diferente, descubrir cómo buscarte la vida en una ciudad nueva es increíble. Pero un hostal no es lugar para vivir una larga temporada, en unas semanas el cansancio empezó hacer mella y me vi necesitado de buscar un lugar más tranquilo y más estable para vivir.

Big Ben
Decidí cambiarme a una residencia coincidiendo con la primera llamada de trabajo que recibí de una fábrica de pasta. El 18 de febrero empecé a trabajar en La Tua Pasta con la incertidumbre de si iba a durar mucho tiempo. Han pasado casi 5 meses y por diferentes motivos sigo viviendo con esta incertidumbre. Los principios no fueron fáciles, la adaptación fue dura y una vez que iba cogiendo la forma en que se trabaja, un problema de alergia en las manos me tiene con la duda de si podré continuar, de momento me han ampliado el contrato hasta el 31 de agosto. 

London Eye: Andoni - Maria - Yo
En la residencia se vivía muy bien pero una hora de ida y otra de vuelta en metro todos los días, y debido al elevado precio que costaba la semana, me veía obligado a buscar otra cosa. En Abril, tuve la suerte de mudarme a una habitación compartida a cinco minutos andando del trabajo. A partir de este momento, sin darme cuenta, entré en una rutina en la que el trabajo ocupaba la mayor parte del tiempo, los círculos de amistades se fueron cerrando, pasé de quedar con gente diferente a diario: los del hostal, los de la academia,... a cerrar el círculo a un grupo de amigos. Este acomodamiento fue haciendo mella hasta el punto de poner en duda mi estancia en Londres. Toqué fondo y después de unos días malos decidí que tenía que dar la vuelta a la tortilla, pensé que tenía que buscar alguna nueva actividad. Dudé entre apuntarme a un club deportivo o una academia. Al final siguiendo los consejos de amigos y familia me decanté por la segunda opción. 

Laura-Yo-Bea
Ahora que ha llegado el verano, los meses en el trabajo empiezan a pesar, el cansancio físico y mental empieza a desgastar y las vacaciones se hacen más necesarias que nunca. Tengo ganas de volver a España por unos días y desconectar del trabajo. Cargaré pilas y volveré con las mismas ganas con las que vine el primer día. Todavía me queda mucha guerra que dar por aquí, nuevos sitios que visitar, nuevas experiencias que vivir, gente nueva que conocer... Este medio año ha sido maravilloso, dar gracias a toda la gente que ha pasado por mi vida pero sobre todo quiero dar las gracias a dos personas que se han convertido en dos pilares fundamentales: Bea Y Laura. 

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