lunes, 25 de febrero de 2019

VIII. Aiako Mendi Lasterketa: Volviendo a disfrutar de la montaña

Por segundo domingo consecutivo el despertador ha sonado a la misma hora que suelen cantar los gallos, al amanecer. El motivo, desayunar con tiempo para una nueva carrera, después de la Media Maratón de Irun, esta vez el terreno elegido era el monte. El lugar de salida y llegada de la carrera se situaba en el pequeño municipio Gipuzkoano de Aia, transcurriendo el circuito por el Parque Natural de Pagoeta. Carlos ha pasado a buscarme un par de horas antes para llegar con tiempo a recoger el dorsal y preparamos. Para los que leísteis la crónica de la semana pasada, comentar que el tiempo veraniego atípico en estas fechas no ha variado durante estos días y hoy nos hemos vuelto a encontrar un día soleado de manga corta. 
Con Carlos en la salida
Con la lección todavía reciente del Trail Afuega´l Pitu (una carrera muy técnica) y la salida tan rápida de la semana pasada, tenía claro que iba a salir tranquilo para afrontar los primeros kilómetros de ascensión. Como hemos llegado con tiempo suficiente he podido tomar un café y he calentado con Carlos por las calles del pueblo mientras me comentaba el elenco de buenos corredores de montaña que se habían acercado para participar en la prueba. Como suele ser habitual en las carreras de trail el nivel suele ser más alto que en la mayoría de populares de asfalto. A falta de 5-10 minutos para comenzar nos metemos en el cajón de salida, un poco más adelante de la mitad del grupo de los casi 300 participantes.

Cartel carrera
Comienza la carrera y los primeros metros salimos del pueblo con un suave trote cuesta arriba. El camino es estrecho y no hay espacio para adelantar pero tampoco es mi intención. Enseguida dejamos el asfalto continuando con el ascenso andando y en fila india. Busco huecos para adelantar algún corredor mientras seguimos ganando metros. Son casi 400 metros positivos en 2,5 kilómetros. Una vez arriba, un pequeño respiro antes de subir un repecho más y encarar un prolongado descenso. En este tramo el terreno es un prado irregular que te obliga a estar con los ojos alerta para no pisar mal. Puedo mantener la posición y poco a poco voy ganando confianza. 

Mapa circuito
Antes del kilómetro 5 llega una parte de bajada más técnica donde sufro un poco más aunque el terreno está muy bien para correr y no pierdo mucho tiempo. Pasando el 5, primer avituallamiento, decido no parar, me encuentro muy bien y a pesar del calor muchos tramos los corremos por zonas de sombra resguardadas por los árboles, se agradece el ambiente fresco. Descendiendo hemos vuelto a la misma altitud de la salida, nos situamos en el km8. Por delante, 2 kilómetros de subida con 200 metros de elevación. Nos encontramos un buen grupo de corredores a los que poco a poco voy adelantando. Es un tramo donde subimos andando o trotando.

Perfil/Ritmo
Llegamos al km10, un nuevo avituallamiento por delante, esta vez sí, me paro a beber agua y aquarius. De ahora en adelante una ruta de 4km en descenso hasta la meta en la plaza de Aia. Se trata de una bajada engañosa ya que nos encontramos pequeños repechos y un sendero muy estrecho donde apenas se puede adelantar. Cuando tengo oportunidad adelanto algún corredor, estoy disfrutando como un enano. El último kilómetro vuelo por un sendero donde se puede correr y un tramo de más de medio kilómetro de bajada por una prolongada rampa asfaltada que nos lleva al pueblo. He dejado a un grupo de corredores atrás para afrontar los últimos metros solo y entrar en meta dando unos saltos de celebración y parar el reloj en 1:28:14.

Llegando a meta
Al finalizar, buen ambiente con hamaiketako incluido que he compartido con otros amigos korrikalaris de Irun: Loren, Ion, beñat... Buena carrera también de Carlos que ha llegado unos minutos después. Tenía muchas ganas de correr por monte y en esta carrera he podido sacarme la espinita de Asturias. Los entrenamientos de las últimas semanas van dando sus frutos, es momento de pensar un objetivo de cara al mes de abril. Mientras tanto a seguir disfrutando del monte ahora que los días empiezan a ser más largos. 

martes, 19 de febrero de 2019

II Media Maratón de Irun: Jugamos en casa

Crónica de un fin de semana de atletismo en Irun. El pasado domingo el Club de Atletismo Super Amara BAT organizó la II Vertiz Ford Media Maratón de Irun - Urbycolan acompañada de una carrera de 10 kilómetros donde llegamos a los cerca de 1000 inscritos entre las dos distancias. Fue una mañana de febrero calurosa como pocas antes se recuerdan en estas fechas. El sábado los participantes pudimos disfrutar del ambiente previo a la carrera en la feria del corredor donde estuve echando una mano repartiendo dorsales.
Después de pasar el mes de diciembre en el dique seco debido a una lesión en la Maratón de Valencia me ha costado volver a coger el ritmo que tenía hace unos meses. Sabía que no estaba para hacer mejor marca en media maratón (Edinburgh 2018), pero quería intentar romper la barrera de 1 hora 25 minutos, es decir, correr por debajo de 4 min/km. La carrera tiene un circuito de 10km que sale en el Paseo Colón y recorre los barrios de Irun con la meta en el ayuntamiento, en caso de la media son dos vueltas al circuito con una extensión de 1km en la segunda vuelta. 

El día de la carrera me despierto con muchas ganas pero sin los nervios que tenía por ejemplo en Valencia donde llevaba muchos entrenamientos a las espaldas. Desayuno a las 7am, 3 horas antes de la salida. A las 9:15 salgo de casa trotando para juntarme con los del equipo Arbes Korrika, subimos andando hasta la Plaza Ensanche. A esa hora el termómetro ya marca 18º y el viento sur se hace notar tirando al suelo algunas vallas que están en la línea de salida. Hay un montón de corredores calentando a lo largo del Paseo Colón.
Me sitúo en las primeras filas del cajón de salida cerca de las liebres de 1:20 y 1:25. La idea que tengo es correr la primera vuelta con la liebre de 1:25 pero nada más empezar a correr salgo disparado a un ritmo bastante rápido. El primer kilómetro es en bajada por la Avenida Iparralde, el reloj me marca un parcial de 3:34 minutos, me encuentro en un grupo por delante de la liebre de 1:20. Los siguientes 4 kilómetros son planos, los ritmos me salen entre 3:42 y 3:54. Sé que no voy a poder mantener este ritmo toda la carrera pero quiero tener un colchón para cuando lleguen las cuestas.

Efectivamente en el tramo de los repechos bajo el ritmo y la carrera se empieza a endurecer, el calor comienza a apretar. Varios corredores me adelantan, entre ellos en el km5 un grupito encabezado por la liebre de 1:20. No puedo seguir ese ritmo, tampoco lo intento, hoy estoy en otra liga. Desde el principio voy acompañado por la primera chica de 10k, lo sé por los ánimos del público y las indicaciones de los organizadores. Nos hemos ido dando relevos hasta el km8, momento en el que empezamos a subir la Calle Fuenterrabia, aquí bajo un poco el ritmo pensando que todavía me queda otra vuelta y la carrera se puede hacer muy larga. 

Al finalizar la primera vuelta, 10 kilómetros, el reloj me marca 39:20, a partir de ahora toca correr con la cabeza. De nuevo un tramo de bajada hasta el Stadium Gal donde puedo recuperar un poco, ya no bajo tan rápido como la primera vuelta. Por detrás escucho música, se trata del ciclista que acompaña al grupo de 1:25, la verdad que no me lo esperaba tan pronto. Poco a poco escucho el volumen de la música más alto, señal de que me están alcanzando. Durante el km14 soy absorbido por el pequeño pelotón y mi intención es quedarme con el grupo.

El cansancio empieza a hacer mella, nunca fui buen compañero de las altas temperaturas. Inevitablemente el grupo liderado por la liebre se me escapa sin poder seguir el ritmo, voy perdiendo posiciones y la parte de las cuestas se me hace muy dura, la carrera se está haciendo muy larga. Sorprendentemente los km 19 y 20 (son de bajada) vuelvo a coger buen ritmo corriendo de nuevo por debajo de 4min/km, a pesar del cansancio me encuentro con buenas sensaciones. Hora de subir por última vez la Calle Fuenterrabia y recorrer el Paseo Colón mientras voy mirando el reloj de reojo para ver si puedo bajar de 1:25.

Encaro el último tramo abarrotado de gente animando, entro en la Calle Mayor bajando hacia el ayuntamiento y aprieto los últimos metros para cruzar la línea de meta en 1:25:03. Estoy completamente fundido, necesito unos minutos y una lata de Aquarius para recuperarme. Lo bueno del calor que ahora podemos disfrutar del buen ambiente post carrera charlando con otros corredores mientras comemos unas raciones de Telepizza que nos han preparado. No he podido bajar del tiempo que tenía previsto pero estoy contento de la carrera que he hecho con las condiciones meteorológicas que nos hemos encontrado.

No es una carrera para buscar mejor marca personal pero por calidad (cómo se cuida al corredor) / precio, es de las mejores opciones que podemos encontrar para correr media maratón o 10k. Una bolsa del corredor muy completa, charlas de profesionales en la feria del corredor, una camiseta técnica de mucha calidad, el aperitivo que organizan después de la carrera o las fotos gratuitas son algunos de los extras que tenemos por participar en este evento, el año que viene volveremos seguro.