Este fin de semana nos hemos desplazado al pueblo de Usurbil para participar en la primera edición Uxue Trail, una carrera con el objetivo de dar visibilidad al síndrome Phelan Mcdermid. Se trata de una enfermedad diagnosticada rara que afecta a 115 niños y niñas en toda España, entre ellas Uxue, una niña de la localidad Usurbildarra. Con dos modalidades para elegir (20km y 11,5km) el recorrido transcurre por el monte Andatza. En mi caso, al igual que los compañeros de fatiga del Ibon Running Team hemos elegido el circuito de 20km, con un desnivel positivo superior a 1.000 metros. También hemos coincidido con otros corredores conocidos de Irun pasando así una mañana estupenda.
Ibon Running Team. Foto: Luisen |
El día comenzaba bien pronto, concretamente a las 6:30. Media hora para desayunar y preparar la mochila, Emilio ha pasado a buscarme y después hemos recogido a Luisen y Edi para poner rumbo a Usurbil. Hemos llegado con más de una hora de margen para recoger el dorsal, tomar un café y calentar un poco antes de empezar la carrera. La parte de calentar por decirlo de alguna manera porque con el calor que hacía ya estábamos sudando antes de empezar.
Café pre-carrera. Foto: Edi |
09:00 de la mañana, da comienzo la prueba de forma puntual. Nos colocamos a un par de metros de la línea de salida situado en el centro del pueblo. El primer kilómetro en bajada lleva hasta las faldas del monte Andatza, el reloj me marca en este tramo 3:38. He adelantado posiciones hasta buscar mi sitio antes de empezar la primera ascensión dura (300 metros de desnivel en 2,5km). Entre el calor y la humedad, la frente es un goteo continuo de sudor y la camiseta ya está empapada. Subimos por un camino estrecho donde es complicado adelantar, estoy colocado detrás de Gorka Zubizarreta, el corredor con el que acabé disputando al sprint la Subida San Marcial hace un par de semanas.
Preparandome para empezar. Foto Arantza Artola |
Cuando el camino se vuelve un poco más ancho adelanto alguna posición, tras coronar la primera de las tres subidas nos espera un avituallamiento. Aprovecho para hidratarme y comer unas golosinas de azúcar. Llega un tramo corrible por unas pistas con falso llano hacía abajo, viene muy bien para recuperar piernas. Son un par de kilómetros en los que por momentos corro por debajo de 4:00 min/km. Entre el km6 y el km9 nos espera la segunda subida, otros 300 metros de desnivel que subo andado y trotando. Antes de afrontar el último repecho de esta subida tenemos otro avituallamiento donde me vuelvo a parar a beber agua.
Fotos monte Andatza: Rubén Movellán |
En el momento de llegar arriba del segundo ascenso sufro un pequeño imprevisto. Me tropiezo con algo que está escondido entre la hierba y me caigo al suelo. Por lo que me dicen los voluntarios que están en ese punto no soy el único que se ha caído en el mismo sitio. Afortunadamente no me hago daño y puedo seguir corriendo. Un minuto después me de adelanta Mikel Leal que viene adelantando posiciones poco a poco. He llegado al ecuador de la carrera y el cansancio y el calor empiezan a pasar factura. La parte buena que por delante tenemos 4 kilómetros de bajada, el primero de ellos bastante pronunciado. En este tipo de perfiles no soy rápido y pierdo un poco de tiempo. Sin embargo hay un par de km en los que puedo correr sobre 4:10 min/km, es una de pista rodeada de árboles.
Km15, el más duro de toda la carrera con 150 metros de desnivel, se hace interminable y por momentos me dan ganas de pararme. Arriba tenemos el premio de un último avituallamiento. Aquí si que paro un par de minutos para beber agua y volver a comer golosinas. Cuando vuelvo a arrancar justo llega Gorka que tras su parada enseguida me alcanza. Ya hemos hecho lo más difícil, ahora tenemos que bajar al pueblo, 4 kilómetros por delante. Las fuerzas están justas y procuro perder el menor tiempo posible bajando. El último kilómetro es por asfalto, el recorrido inverso del primer kilómetro de la carrera, por lo tanto una pequeña subida para acabar.
Llegando a meta. Foto Arantza Artola |
Intento apretar un poco para alcanzar a un corredor que veo delante pero las fuerzas no dan para mucho más. Cuando cruzo la meta paro el reloj que marca 2.02:45 para terminar en la posición 31º de 134 participantes. Unos minutos más tarde llegan Luisen, Edi y Emilio. Estamos todos reventados y sudando como pollos. Entramos en el frontón situado al lado de la meta, cogemos bebida fresca y algo de comida para reponer fuerzas. Cuando recuperamos un poco vamos al polideportivo a pegarnos una ducha, ahora ya estoy como nuevo. Volvemos al frontón para la entrega de premios (Alicia Olazabal ha ganado en chicas) y el sorteo de diferentes productos. Para cuando acaba el sorteo que se ha alargado demasiado, es la 13:00. Toca volver a casa a comer y descansar después de una bonita carrera de monte.
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