Si algo le ha faltado a este verano han sido las fiestas de Tórtoles de Esgueva. El hecho de no poder disfrutar de las fiestas tal y como las conocemos, no nos ha impedido juntarnos con los amigos y familia que normalmente nos vemos en esta época del año. Han sido unos días extraños en los que hemos aprovechado para hacer unas buenas meriendas (comidas y cenas), ponernos al día, recodar anécdotas y pasar unos buenos ratos.
El 30 de julio, jueves por la mañana, Gaizka y yo hemos ido a Aranda a comprar la comida para merendar los siguientes días. Antes de entrar en el Alcampo, hemos cogido fuerzas con un buen almuerzo de torreznos y oreja. Al volver a Tórtoles hemos descargado toda la comida en la Peña de la Olma. Por la tarde, mientras nos tomábamos unas cervezas en el bar, el pueblo se ha ido llenando poco a poco con la gente que ha ido llegando.
El viernes hemos dado por inauguradas las no fiestas con la primera merienda, el menú de la cena ha sido costillares con patatas. Por la mañana, hemos quedado para cortar las patatas y dejar todo preparado para bajar a asar la comida a la panadería. Como ha hecho buen tiempo, hemos sacado las mesas fuera de la Olma para cenar ahí tranquilamente. En la sobremesa, nos hemos quedado tomando un par de copas con la música de fondo que hemos puesto dentro de la peña. Hemos sentido un poco de morriña al saber que no íbamos a poder bajar al discomóvil, el año que viene lo celebraremos con el doble de ganas.
Ha llegado el día que más nos gusta a todos los Tortolicos, es sábado, hoy tendríamos que estar vestidos con nuestro peto de fiestas preparados para la bajada de peñas. Este año no ha sido así, mientras que la mayoría de las peñas han comido en los caños, los del Revol nos hemos juntado en el merendero de Alfon para comer unos ricos macarrones cocinados por Carlos. A media tarde, he subido con Marcos a los caños para juntarnos con los demás. Justo al momento de llegar, la Guardia Civil acababa de venir a comprobar que todo estaba en orden. Sobre las 20:00 hemos bajado a la Olma a preparar la cena, pizzas caseras con pan de torta. Hoy también hemos bajado a la panadería, esta vez para a hacer las pizzas en el horno de leña. Después de cenar, he ido al bar nuevo hasta que han cerrado.
En la familia, hemos adelantado un día nuestra tradicional comida de lechazo de San Esteban debido a la visita exprés que nos han hechos los primos Borja y Richard con Andrea y Samy. Siempre digo, que es un mal día para comer este manjar porque solemos estar de resaca, pero este año, al no beber mucho y volver pronto a casa en la víspera, lo he degustado como nunca.
De esta forma hemos celebrado las no fiestas de Tórtoles de Esgueva, entre tanta merienda, también hemos aprovechado para hacer deporte, pero de eso os hablaré en otro post. Esperemos que en el 2021 todo vuelva a la normalidad y podamos celebrar unas fiestas como estábamos acostumbrados, ganas no nos van a faltar. ¡Viva Tórtoles y viva San Esteban!
Viva!!!!!
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