Al halar del Torreón, me vienen al recuerdo las excursiones que hacíamos al valle en nuestra infancia. Cada verano, una tarde agosto, cogíamos las bicis, subíamos al páramo y pedaleábamos en línea recta unos 7kms hasta llegar al final del camino. Allí, dejábamos amontonadas nuestras bicis y como si de un grupo de pequeños exploradores se tratase, nos adentrábamos en el frondoso valle. Nos adueñábamos unos palos para defendernos de jabalís en caso de encontramos con alguno, nunca tuvimos ese problema. Sin saber muy bien el camino, acabábamos llegando al Torreón, una vez allí, subíamos por la escalera destartalada hasta la azotea para disfrutar de unas vistas privilegiadas del Cerrato Palentino.
Esta torre ubicada a 950 metros de altitud en el "Monte de los Alfoces", se conoce como el Torreón de la Greda y se sitúa entre los municipios palentinos Cevico Navero y Antigüedad. Entre las diferentes teorías, destaca que fue construida en el siglo XIX como una torre de comunicación por telégrafo óptico, con fines militares. Otras fuentes citan que fue construida en el siglo XVIII como torre de vigilancia para el ganado. En 1949 fue declarado Bien de Interés Cultural. Hoy en día, en la azotea se encuentra colocado un Vértice Geodésico que sirve para medir distancias y elaborar mapas.
Con los años, sustituimos la bici por el coche pero mantenemos la tradición de hacer esta ruta, siempre que tenemos la ocasión, solemos ir. Este verano, que teníamos más ganas que nunca de hacer planes, no podía falta la visita al Torreón. Nos juntamos un buen grupo para la excursión, el día elegido un martes por la tarde, exactamente el 18 de agosto. Nos desplazamos en coche hasta la entrada al valle, allí comenzó la caminata por un camino que ya nos resulta familiar. En la ida, dimos un rodeo, pasando por Fuen-Luciana y el Caserio de Los Alfoces. Acabamos atravesando una pradera para llegar al Torreón.
En 2016, debido a un temporal, el Torreón se derrumbó, dejando al descubierto gran parte del muro. Tanto los vecinos como los ayuntamientos de Cevico y Antigüedad se movilizaron para restaurar este bien patrimonial. Ahora se encuentra nuevamente reparado y con una nueva escalera mucho más segura que la antigua. Parte del grupo se quedó abajo esperando mientras algunos nos animamos a subir. Llevé la cámara réflex para sacar alguna foto al paisaje aunque he de decir que no conseguí plasmar bien las buenas vistas que se ven desde arriba.
En esta foto donde se ve toda la fachada del Torreón, se aprecia la parte que está restaurada con el color de las nuevas piedras más claro. El sol empezaba a ponerse por lo que era el momento de volver, esta vez por el camino más corto, tardamos poco más de media hora en llegar a los coches. Una tarde diferente para disfrutar de una caminata y recordar anécdotas de la infancia.
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