Continuando con las excursiones que hemos echo este verano desde Tórtoles de Esgueva, la última de ellas nos lleva hasta la Sierra de la Demanda, situada al sureste de la provincia de Burgos. Allí es donde, nuestro amigo Jorge Renedo se desplaza cada verano a mediados de agosto para celebrar las fiestas de su segundo pueblo, Canicosa de la Sierra. A recomendación de su hermano David, nos acercamos a la sierra para hacer una ruta por Las Calderas de Palacios. El 13 de agosto a las 09:00 nos pusimos en marcha desde Tórtoles: Carlos, Cristian, Sara, Vallejo y un servidor. Un trayecto de 1h 30 minutos en coche nos separaba hasta la primera parada, Palacios de la Sierra.
El punto de encuentro con Jorge es un parking a las afueras de Palacios. Mientras llega, entramos en un hotel-restaurante para tomarnos un pequeño almuerzo. Nuestro "guía" viene acompañado por unos cuantos amigos de Canicosa. Cuando terminamos de comer el pincho de tortilla y tomarnos un café, volvemos al coche para seguir a Jorge que nos lleva por unos caminos más propios para todo-terrenos. Digo guía entre comillas porque tenemos que dar unos rodeos hasta llegar a un camino donde no se puede seguir conduciendo. Allí, aparcamos los coches, preparamos las mochilas con la comida, toallas, crema, bañador... y comenzamos la caminata.
Enseguida nos damos cuenta que nuestro guía no conoce muy bien la ruta, tenemos un largo camino hasta las pozas y cascadas de agua. El primer tramo es una larga subida por un cortafuegos, hace calor y paramos un poco a descansar, las vistas son preciosas. Una vez llegamos a lo alto del cortafuegos atrochamos por una especie de bosque repleto de pinos que están totalmente estropeados. Continuamos andando hasta salir de nuevo a un sendero, en este momento vemos un coche aparcado, parece ser que había un camino para subir conduciendo, aunque hay que decir la ruta ha merecido la pena. Seguimos caminando un poco más hasta llegar a la zona de Las Calderas, el paisaje es hermoso.
En 5-10 minutos llegamos a la última cascada y después de sacar unas fotos volvemos con el resto del grupo. Comemos rápido unos bocadillos y sin tiempo que perder nos lanzamos a las pozas. El agua está helada y no invita a quedarse mucho tiempo dentro, bañándose. Damos unos saltos desde unas rocas mientras nos grabamos vídeos y sacamos unas fotos para el recuerdo. El día está buenísimo pero tenemos que volver a los coches, nos ponemos de nuevo en marcha. A pesar que el camino de vuelta es cuesta abajo, el cansancio empieza a hacer mella. Llegamos a los coches y de aquí nos vamos a Canicosa a tomar algo para recuperar fuerzas.
Antes de volver a Tórtoles, Jorge nos lleva a ver el Pino Roble, un singular árbol donde conviven dos ejemplares: un roble de 250 años y un pino con más de 135 años. Este icono de Canicosa fue nominado en 2016 para ser Árbol Europeo del año. Ya casi se ha hecho de noche cuando nos despedimos de Jorge y nos ponemos en camino. Para la próxima visita, quién sabe si el próximo verano, tenemos pendiente subir a las Lagunas de Neila y disfrutar de las fiestas de Canicosa. A continuación comparto otras fotos del viaje:
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