Si hay algo que no puede faltar cada vez que voy a Tórtoles, son las meriendas con los amigos. Llamamos meriendas a las comidas o cenas que hacemos en un merendero. Desde el año pasado, normalmente en la Peña La Olma. El menú que más nos gusta es cuando compramos carne y asamos en la parrilla. La variedad de carne es muy amplia siendo las chuletillas de lechazo nuestro plato gourmet, otros tipos de carne pueden ser: morcilla, morro, careta, chuletillas de pollo adobadas, panceta, chorizo... solo de recordarlo se me hace la boca agua.
El inconveniente de las parrilladas es que, si somos muchos, es más complicado organizar este tipo de meriendas. Por eso, durante los primeros días de agosto, en Las no fiestas, optamos por otro tipo de menús. En estos casos, solemos acudir a la panadería para que nos asen en el horno de leña costillares con patatas, pizzas caseras que preparamos con el pan de torta... A medida que iban pasando las semanas y quedábamos menos gente, optamos por la parrilla y otros tipos de comida casera.
Pasta fresca: aprovechando la maquina de pasta y la harina que había comprado meses atrás durante el confinamiento, un par de días nos animamos a elaborar masa de pasta casera para hacer taglieatelle a la carbonara y tortellonis rellenos de carne y tomate (estos son un tamaño más grandes que los tortellinis). A pesar de que han pasado unos años desde que trabajé en la fábrica de pasta, no he perdido la habilidad por enrollar los tortellonis. Ante las buenas críticas de los comensales, el verano que viene llevaré de nuevo la máquina para volver a hacer pasta fresca.
El verano ha dado para muchas meriendas y la carta ha sido amplia. Hemos preparado y degustado tortillas de patata, empanadas caseras, paellas, hamburguesas... entre todos podríamos abrir un restaurante con estrella Michelín. Qué ganas de volver a Tórtoles para juntarme con los amigos a disfrutar de estas comilonas y los buenos ratos que echamos en las sobremesas.