martes, 4 de junio de 2019

A falta de Zegama... a correr Zelaia Lasterketa Solidarioa

El día que todos los focos mediáticos se encontraban en Zegama dando cobertura a una de las carreras de montaña más importante en el calendario del mundillo (Zegama-Aizkorri), en Irun se celebró la tercera edición de la Zelaia Lasterketa en la que participé. Una carrera corta 5,6km pero dura que transcurre por los barrios de Meaka y Olaberria. Se esperaba una mañana calurosa y las previsiones no fallaron.

Pre-carrera con M´barek
La carrera comenzaba a las 11:00 por lo que no estábamos obligados a madrugar, en mi caso, me desperté a las 08:30 para desayunar y estar tranquilo viendo la salida de la Zegama a través del canal de la organización en facebook live. Los pelos de punta viendo el ambiente que se respira en esta carrera, el año que viene volveré a apuntarme al sorteo de dorsales. Sobre las 10:15 salí de casa trotando hacia la Plaza Urdanibia. Recogí el dorsal y me tomé un café antes de calentar con M´barek.

Línea de salida
A falta de 10 minutos nos acercamos a la línea de salida y charlamos con otros corredores habituales de las carreras populares de la zona. Todo preparado para empezar, esta vez quería buscar mi ritmo desde el principio. Unos días antes habíamos hecho parte del recorrido y tenía en mente las dos cuestas que teníamos que subir. Espero impaciente en primera fila mientras la cuenta atrás nos anuncia el pistoletazo de salida.

3,2,1...
Los primeros 100 metros salgo en primera posición pero enseguida dejo pasar a varios corredores para colocarme en mi sitio. Estamos en un tramo de falso llano que pica hacia arriba de 500 metros antes de empezar a subir el primer repecho duro. Estoy entre los 12 primeros y al paso por el km1 el reloj marca 4:04, no está nada mal para ser todo el tramo cuesta arriba. Sigo subiendo poco a poco adelantando a un par de corredores. Con fuerzas y a la vez con las pulsaciones altas corono el primer pico del perfil. Nos espera una fuerte bajada, las piernas lo agradecen y aprovecho para coger un poco de aire a pesar de bajar a un ritmo rápido. Llegamos al barrio de Meaka donde tenemos un tramo de bidegorri, aunque pique hacia arriba es corrible y me sirve para regular el ritmo. En el punto de mira tengo dos corredores que están 100 metros por delante, en ese momento voy 9º.

Llegando a meta
Llevamos 3km cuando afrontamos el segundo repecho. Tenemos un avituallamiento donde aprovecho para tomar un sorbo de agua y el resto del vaso me lo tiro por encima de la cabeza para refrescarme del calor. Me digo a mi mismo que una vez subida la cuesta ya está hecho. Subo zancada a zancada sin pararme, adelanto a uno de los dos corredores que tenía a la vista, el otro está cerca. Se hace dura la cuesta pero me queda gasolina para seguir tirando. Y una vez arriba cojo aire de nuevo. Todavía quedan un par de toboganes antes de empezar a bajar. Es aquí donde adelanto al otro corredor.

Post-carrera
Queda poco más de un kilómetro para llegar a la meta y es cuesta abajo. Tengo que intentar mantener la posición. Tiro de piernas mientras voy mirando de reojo hacia atrás, he abierto un pequeño hueco pero no me puedo descuidar. Una vez llego a la Ermita de Santa Elena estoy seguro que no se me escapa la posición. Me dicen desde el público que soy el 7º. Encaro los últimos metros entrando de nuevo en la Plaza Urdanibia y doy los saltos marca de la casa antes de cruzar la meta. Paro el crono en 21:36 muy contento y con la sensación de hacer una carrera perfecta, sensaciones muy diferentes a las que tuve dos semanas antes en la Hondarribia 10k.

Cargando fuerzas
Después de un buen picoteo de pizza y pintxos vuelta a casa a ver la llegada a meta de la Zegama, cómo no, Kilian volvió a ganar aunque no pudo hacer record de la prueba. Por mi parte a seguir acumulando carreras para mantener la forma, la próxima cita la Subida a San Marcial en 3 semanas.

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