domingo, 15 de noviembre de 2020

Diario de un Tortolico 2020 - 8. Deportes y juegos de verano

Practicar deporte durante el mes de agosto en Tórtoles es tarea complicada. Después de trasnochar, cuando nos despertamos, el calor empieza a apretar y no es hasta media tarde cuando la temperatura baja y nos da un respiro para activar el cuerpo. Los madrugones, salvo contadas excepciones, no están contemplados en vacaciones. Sin embargo, tenemos otros entretenimientos que no requieren de actividad física como son los juegos de mesa, normalmente las cartas. A continuación, expongo alguno de los juegos más populares que jugamos cada verano:

Torneo de frontenis 2018 (Juan, Pablo, Erlantz y yo)

Frontenis: Probablemente sea el deporte más practicado por todos los jóvenes. Con las obras del nuevo frontón paralizadas desde hace años, el viejo y maltrecho frontón sigue acogiendo grandes y épicos partidos. Las dimensiones de la cancha son pequeñas (jugamos con pelotas de tenis, las de frontenis botan mucho) y no hay jugador que se salve de tirar la bola por encima de la pared, teniendo que subir a buscarla al huerto que se ubica detrás del frontón. Este verano hemos tenido la suerte de encontrar el huerto con poca maleza lo que facilita la búsqueda de la pelota. 

Partido a frontenis con Mario

Otra de las peculiaridades de este frontón, son los baches que hay en la pista, cuando la pelota bota en unos de estos agujeros sale disparada en otra dirección. En estos casos el reglamento contempla como valido el tanto y no se requiere volver a repetir el punto. El modo de juego más habitual es "el rey de la pista" por parejas, el equipo que gana se queda jugando el siguiente partido. Si somos muchas parejas, los partidos se disputan a pocos tantos, por ejemplo, el primer equipo que consigue 7 puntos gana el partido. 

Partido de frontenis a parejas 2018

Fútbol sala: Hace mucho tiempo que colgué las botas en lo que ha pachangas futbolísticas se refiere. Una tarde a primeros de agosto, varios integrantes de la Peña El Descontrol se acercaron al campo de futbito de Castrillo para jugar unos partidos contra sus amigos del pueblo vecino. Tenía ganas de dar unas patadas al balón después de tanto tiempo y me animé a coger unas viejas zapatillas de fútbol sala para irme con mis primos Sonia y Pablo y el resto de sus amigos. Formamos 3 equipos, uno de Tórtoles y 2 de Castrillo para jugar unos partidillos en modo triangular. El equipo que metía 2 goles primero, ganaba el partido y seguía jugando contra el siguiente conjunto. Pasamos un buen rato sudando la camiseta aunque por falta de costumbre me costó adaptarme al juego. Acabé con los pies hechos polvo y arrastrando molestias en el calcáneo durante unas semanas.

Torneo de fútbol en Castrillo - 2015

Running: Fui con intención de mantener mi plan de entrenamiento pero según pasaban las semanas de agosto el volumen de kilómetros y entrenos fueron disminuyendo. Una mañana, quedé con Alberto para hacer un entreno por el páramo pero el resto de días salí a la fresca, poco antes de anochecer. Entre las diferentes sesiones, tenía pendiente un rodaje largo haciendo la siguiente ruta: Tórtoles - Villovela - Torresandino - Olmedillo - Villovela - Tórtoles, en total 26kms. El recorrido de los 3 puentes es otro habitual para hacer series largas de 6kms. También guardo el recuerdo de la vuelta rápida que hice en el pantano, anécdota que conté en el tercer capítulo de Diario de un Tortolico, Pantaneo. El verano que viene esperemos que podamos organizar una nueva edición de la carrera popular durante las fiestas de San Esteban. 

Carrera popular de Tórtoles 2019

Mus: La partida de mus después de comer es otra de las costumbres que tenemos en Tórtoles. Jugamos con 8 reyes, a 40 tantos, con señas y normalmente al mejor de 5 juegos, apostándonos la ronda de cafés, chupitos o copas. Los mayores del pueblo tienen gran destreza a este juego de cartas al que echan la partida a diario en el bar. Nosotros seguimos manteniendo esta tradición, aquí podemos ver una foto jugando al mus cuando éramos adolescentes. 

2006 - Partida de mus

Parchís: Los últimos días de verano, cuando quedábamos pocos en el pueblo y los bares tenían que cerrar pronto, estrenamos el parchís en casa de Gaizka. Este juego en el que, en cada casa se juega de forma diferente, fuimos estableciendo las reglas mientras jugábamos. Nos apostamos el almuerzo del día siguiente en una partida que empecé dominando claramente y sin saber cómo, acabé perdiendo.  

El siguiente post lo dedicaré en exclusiva al deporte más popular de Tórtoles, "Los Piezos", un juego practicado por todas las generaciones, desde los más pequeños hasta los más mayores del pueblo. 

sábado, 7 de noviembre de 2020

Diario de un Tortolico 2020 - 7. Excursión al Torreón de la Greda

Al halar del Torreón, me vienen al recuerdo las excursiones que hacíamos al valle en nuestra infancia. Cada verano, una tarde agosto, cogíamos las bicis, subíamos al páramo y pedaleábamos en línea recta unos 7kms hasta llegar al final del camino. Allí, dejábamos amontonadas nuestras bicis y como si de un grupo de pequeños exploradores se tratase, nos adentrábamos en el frondoso valle. Nos adueñábamos unos palos para defendernos de jabalís en caso de encontramos con alguno, nunca tuvimos ese problema. Sin saber muy bien el camino, acabábamos llegando al Torreón, una vez allí, subíamos por la escalera destartalada hasta la azotea para disfrutar de unas vistas privilegiadas del Cerrato Palentino.

En la azotea del Torreón rodeando el Vértice Geodésico

Esta torre ubicada a 950 metros de altitud en el "Monte de los Alfoces", se conoce como el Torreón de la Greda y se sitúa entre los municipios palentinos Cevico Navero y AntigüedadEntre las diferentes teorías, destaca que fue construida en el siglo XIX como una torre de comunicación por telégrafo óptico, con fines militares. Otras fuentes citan que fue construida en el siglo XVIII como torre de vigilancia para el ganado. En 1949 fue declarado Bien de Interés Cultural. Hoy en día, en la azotea se encuentra colocado un Vértice Geodésico que sirve para medir distancias y elaborar mapas.

Escalera del Torreón

Con los años, sustituimos la bici por el coche pero mantenemos la tradición de hacer esta ruta, siempre que tenemos la ocasión, solemos ir. Este verano, que teníamos más ganas que nunca de hacer planes, no podía falta la visita al Torreón. Nos juntamos un buen grupo para la excursión, el día elegido un martes por la tarde, exactamente el 18 de agosto. Nos desplazamos en coche hasta la entrada al valle, allí comenzó la caminata por un camino que ya nos resulta familiar. En la ida, dimos un rodeo, pasando por Fuen-Luciana y el Caserio de Los Alfoces. Acabamos atravesando una pradera para llegar al Torreón. 

Con Luchi y Carlos en la azotea

En 2016, debido a un temporal, el Torreón se derrumbó, dejando al descubierto gran parte del muro. Tanto los vecinos como los ayuntamientos de Cevico y Antigüedad se movilizaron para restaurar este bien patrimonial. Ahora se encuentra nuevamente reparado y con una nueva escalera mucho más segura que la antigua. Parte del grupo se quedó abajo esperando mientras algunos nos animamos a subir. Llevé la cámara réflex para sacar alguna foto al paisaje aunque he de decir que no conseguí plasmar bien las buenas vistas que se ven desde arriba. 

Torreón de la Greda

En esta foto donde se ve toda la fachada del Torreón, se aprecia la parte que está restaurada con el color de las nuevas piedras más claro. El sol empezaba a ponerse por lo que era el momento de volver, esta vez por el camino más corto, tardamos poco más de media hora en llegar a los coches. Una tarde diferente para disfrutar de una caminata y recordar anécdotas de la infancia. 

domingo, 1 de noviembre de 2020

Diario de un Tortolico 2020 - 6. Las Calderas de Palacios

Continuando con las excursiones que hemos echo este verano desde Tórtoles de Esgueva, la última de ellas nos lleva hasta la Sierra de la Demanda, situada al sureste de la provincia de Burgos. Allí es donde, nuestro amigo Jorge Renedo se desplaza cada verano a mediados de agosto para celebrar las fiestas de su segundo pueblo, Canicosa de la Sierra. A recomendación de su hermano David, nos acercamos a la sierra para hacer una ruta por Las Calderas de Palacios. El 13 de agosto a las 09:00 nos pusimos en marcha desde Tórtoles: Carlos, Cristian, Sara, Vallejo y un servidor. Un trayecto de 1h 30 minutos en coche nos separaba hasta la primera parada, Palacios de la Sierra.

Las Calderas: Carlos, Jorge, Vallejo, Cristian, Sara y yo.

El punto de encuentro con Jorge es un parking a las afueras de Palacios. Mientras llega, entramos en un hotel-restaurante para tomarnos un pequeño almuerzo. Nuestro "guía" viene acompañado por unos cuantos amigos de Canicosa. Cuando terminamos de comer el pincho de tortilla y tomarnos un café, volvemos al coche para seguir a Jorge que nos lleva por unos caminos más propios para todo-terrenos. Digo guía entre comillas porque tenemos que dar unos rodeos hasta llegar a un camino donde no se puede seguir conduciendo. Allí, aparcamos los coches, preparamos las mochilas con la comida, toallas, crema, bañador... y comenzamos la caminata.

Cristian y yo de camino a las Calderas

Enseguida nos damos cuenta que nuestro guía no conoce muy bien la ruta, tenemos un largo camino hasta las pozas y cascadas de agua. El primer tramo es una larga subida por un cortafuegos, hace calor y paramos un poco a descansar, las vistas son preciosas. Una vez llegamos a lo alto del cortafuegos atrochamos por una especie de bosque repleto de pinos que están totalmente estropeados. Continuamos andando hasta salir de nuevo a un sendero, en este momento vemos un coche aparcado, parece ser que había un camino para subir conduciendo, aunque hay que decir la ruta ha merecido la pena. Seguimos caminando un poco más hasta llegar a la zona de Las Calderas, el paisaje es hermoso.

Última poza de la ruta

Hasta este momento no nos hemos encontrado con nadie, pero ahora si que vemos varias personas caminando entre las montañas de piedras y bañándose en las pozas de agua. Después de un pequeño descanso, decidimos seguir subiendo por la ruta que lleva el sendero del agua. Con unas zonas peligrosas a la vez que espectaculares, me pongo los escarpines para escalar muros o pasar por debajo de rocas mientras no dejamos de asombramos con la belleza del lugar. Aunque empezamos a tener un poco de hambre, nos queda poco para llegar al final de la ruta y los Tortolicos seguimos adelante mientras que los amigos de Jorge vuelven a la primera poza para empezar a comer.

Saltando a la poza

En 5-10 minutos llegamos a la última cascada y después de sacar unas fotos volvemos con el resto del grupo. Comemos rápido unos bocadillos y sin tiempo que perder nos lanzamos a las pozas. El agua está helada y no invita a quedarse mucho tiempo dentro, bañándose. Damos unos saltos desde unas rocas mientras nos grabamos vídeos y sacamos unas fotos para el recuerdo. El día está buenísimo pero tenemos que volver a los coches, nos ponemos de nuevo en marcha. A pesar que el camino de vuelta es cuesta abajo, el cansancio empieza a hacer mella. Llegamos a los coches y de aquí nos vamos a Canicosa a tomar algo para recuperar fuerzas.

Tortolicos en el Pino Roble de Canicosa

Antes de volver a Tórtoles, Jorge nos lleva a ver el Pino Roble, un singular árbol donde conviven dos ejemplares: un roble de 250 años y un pino con más de 135 años. Este icono de Canicosa fue nominado en 2016 para ser Árbol Europeo del año. Ya casi se ha hecho de noche cuando nos despedimos de Jorge y nos ponemos en camino. Para la próxima visita, quién sabe si el próximo verano, tenemos pendiente subir a las Lagunas de Neila y disfrutar de las fiestas de Canicosa. A continuación comparto otras fotos del viaje: