domingo, 11 de octubre de 2020

Diario de un Tortolico 2020 - 3. Pantaneo

Uno de los tesoros que guarda Tórtoles de Esgueva es el pantano, situado a un par de kilómetros a las afueras del pueblo. El embalse, abastece de agua a los agricultores que lo utilizan para el regadío de sus tierras. La presa se encuentra en el paraje "El Vallejo" y la administración corre a cuenta de la Comunidad de Regantes "San Isidro". El pantano suele ser un sitio al que solemos acudir todos los veranos para dar un paseo, refrescarnos o pasar la tarde bebiendo unas cervezas y jugando a cartas. Este verano en el que las piscinas de los pueblos que tenemos cerca estaban cerradas, hemos echado mano del pantano con frecuencia.

Vistas desde el páramo

Debido a la forma del pantano (como una silueta de un delfín), es complicado encontrar una prospectiva donde capturar el perímetros completo. Una de las tardes, llevé la cámara de fotos y con la compañía de Carlos, subimos campo a través al páramo en busca unas buenas vistas. Como se puede apreciar en la foto, este verano el embalse estaba precioso con el agua color turquesa y apunto de rebosar.

Pasando el día en el pantano con tortillas y bebida

Poco más hace falta para pasar un buen día en el pantano que unas tortillas, bebida, cartas, colchonetas hinchables y buena compañía, el mejor plan para combatir el calor. Si además podemos comer y beber  jugando unos kinitos mientras refrescamos los pies en el agua, ¿Qué más se puede pedir? Alrededor del pantano hay diferentes puntos con orillas donde poder acercarse al agua, así como un espacio con mesas donde poder quedarse, este verano el pantano ha estado más concurrido de la habitual con gente que se ha acercado desde otros pueblos.

En el pantano tenemos diferentes rutas por las que podemos pasear, correr o andar en bici. El propio camino que rodea el embalse tiene una distancia de 2,36km y uno de los piques que mantengo con mi amigo runner Alberto es el segmento que da toda la vuelta. El verano pasado Alberto estableció la vuelta rápida y tenía ganas de mejorar el tiempo. Uno de los días que fuimos a pasar la tarde, metí las zapatillas voladoras y un poco antes de marcharnos, cuando había bajado la temperatura me puse manos a la obra. 7 minutos y 52 segundos fue el tiempo que tardé en completar los 2,36km a un ritmo de 3:20min/km, estableciendo un nuevo récord. Espero que sigamos con este pique y la próxima vez mejoremos esta marca.

Beñat, Luchi y yo en el pantano

Aunque este verano le hemos sacado provecho al pantano, en cualquier época del año está genial para acercarse dando un paseo y disfrutar de un precioso paisaje. Sin lugar a duda, un pequeño paraíso en Tórtoles de Esgueva.

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