Es sábado 8 de agosto, Carlos, Jose Luis y yo hemos preparado una excursión para pasar el día en el norte de Burgos. A pesar de las diferencias para organizar la ruta, el plan ha salido adelante y ya estamos de camino, tras parar en Torresandino donde nos hemos juntado los tres. Un poco antes de llegar a nuestro primer destino, paramos para estirar un poco los pies, sin saberlo, nos encontramos en el Mirador El Portillo de Busto. Damos un pequeño paseo aprovechando las vistas panorámicas que tiene la zona. Después de la caminata y unas fotos, volvemos al coche para poner rumbo a Frías, calificado como uno de los pueblos más bonitos de España.
Aparcamos el coche en un parking de caravanas que encontramos en la entrada del pueblo. Las primeras impresiones que nos deja la perspectiva desde este punto son impresionantes: Las Casas Colgadas y el Catillo de Frías que corona la gran roca "La Muela". Nos adentramos en este pueblo medieval entre sus calles empedradas y estrechas con el punto de vista puesta en el castillo. A medio camino, llegamos a una pequeña plaza donde hay unos bares con terrazas, la zona está transitada por turistas. Desde que hemos salida de casa no hemos comido nada, hacemos una parada para almorzar antes de coronar el peñón. Arriba, el perímetro está rodeado por la muralla que acoge el castillo y la Iglesia de San Vitores, que data del siglo XIII.
Desde aquí las vistas son espectaculares, sacamos unas fotos y nos acercamos a la entrada del castillo. A las 14:00 cierran las vistas y nos queda poco tiempo, sin pensarlo dos veces, decidimos entrar. Recorremos las entrañas de la fortaleza hasta llegar a la torre más alta. La visita no defrauda, 100% recomendable si visitáis Frías. El día avanza y todavía nos queda varios sitios por visitar. Bajamos al parking donde habías dejado el coche y preparamos la mochila para empezar la caminata que nos lleva al pequeño de Tobera. Un par de kilómetros separan los dos pueblos, no es mucha distancia pero el calor aprieta y tenemos hambre.
Recogemos las mochilas y nos ponemos de nuevo en marcha para subir hacía arriba por el Paseo del Río Molinar. Visitamos todas las cascadas, pasando por el mirador panorámico y llegando hasta la Ermita de Santa María de la Hoz. Una vez visitados todos los puntos clave del pueblo, bajamos a una cascada para darnos otro baño. En esta poza estamos más tranquilos ya que no hay gente, y aunque el agua está helada, disfrutamos como enanos subiendo por las rocas. Es hora de volver a Frías a recoger el coche, ya no hace tanto calor por lo que la vuelta por el camino la hacemos más relajados. Antes de llegar al parking, disfrutamos del paraje que nos deja el sendero.
Aunque no nos queda mucho día por delante, queremos estirar la excursión y para eso subimos un poco más al norte para visitar la cascada de Pedrosa de Tobalina. Nos habían dicho en Tobera que habían cerrado parte del recinto por unos desprendimientos, aún así decidimos ir y no nos equivocamos en la decisión. A la salida de Frías vimos desde el coche el puente medieval, otro de los lugares más característicos del pueblo. Efectivamente la cascada principal estaba cerrada pero el entorno ofrecía mucho más que la famosa cascada. El día se estaba nublando y amenazaba lluvia, aunque no entraba en nuestros planes nos dimos el último baño del día. El cielo estaba cada vez más negro, recogimos las toallas rápidamente y volvimos al coche justo en el momento que empezó a jarrear. Ahora sí, hora de volver a Tórtoles para cerrar un día de 10, descubriendo nuevos sitios en buena compañía.
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